Las paredes y partes del suelo se prendieron en llamas, iluminando todo el lugar, y así pudo observar lo que había a su alrededor: muchos de los animales se erguían en sus patas traseras, imitando a humanos, seguidos por los híbridos, que hacían lo mismo. El número de criaturas se multiplicaba velozmente. Todos ellos llevaban copas en sus manos, al parecer de vino. Era todo un espectáculo, una fiesta de bestias. Entonces su mirada se nubló y entre la oscuridad vio resplandecer unos ojos rojos, pertenecientes a una enorme salamandra negra, y entonces supo que era parte de aquel culto.
Pronto el joven se sintió mejor y se sentó, mientras que el anciano y su hijo se le aproximaban, seguidos de otros humanos y seres semejantes. Le sonrieron y entonces le invadieron las nauseas. Nuevas carcajadas aquejaron sus oídos y pronto su vista se vio nublada nuevamente. Llevó sus manos hacia sus ojos y sintió en ellos un líquido algo espeso, y por alguna razón supo que era sangre a pesar de que no sentía dolor.
Y gritó, presa de la desesperación. Se puso de pie y trató de correr, entonces cayó de la mesa al suelo, volvió a levantarse y, a tientas, trató de huir. Pero no había escapatoria. Se estrelló contra paredes, rocas y seres vivientes, y nuevamente cayó al piso. Entonces unas manos lo levantaron y lo mantuvieron así unos minutos, hasta que poco a poco regresó su vista. Todo era rojizo, pero podía distinguir a la perfección. Y allí se acercaba él, por primera vez:
Un enorme y majestuoso león avanzó hacia él, lentamente, deteniéndose a menos de un metro de distancia. Algo hizo que Jhon no sintiera miedo ante su presencia. Le miró a sus ojos, rojos como todo lo demás, y se mostró serio, mientras una extraña y oscura cadena aparecía entre ellos, amarrándolos a él por su pierna izquierda y al animal por su pata derecha delantera, juntándolos. Mezclaron su mirada, el uno con el otro. Y se supieron compañeros.
Jhon sintió una arcada y comenzó a perder el sentido, invadido por el cansancio y un extraño dolor en el pecho. Mientras se desvanecía, escuchaba la alegre música a su alrededor, el fulgor, la alegría animal y el sonoro rugido de aquel león... La fiesta continuaría por unas horas.
-¿Dónde estoy?- preguntó en voz alta, aunque sabía que estaba en el cuarto que Dennis le había alquilado, semanas atrás.
-Bienvenido de nuevo- le saludó ella.
Estaban solos. Todo tenía la habitual tonalidad de siempre. Se preguntó si había estado soñando. Pero el dolor en el pecho le señaló que no era así. Alzó su camisa y vio su piel: un sin fin de sellos y figuras resaltaron, en una tinta oscura e irreconocible. Y en el medio de aquellos símbolos, brillaba una salamandra, negra como la noche, a excepción de sus ojos rojos, el único rastro colorido en el particular diseño.
-La huella de tu destino. Eres parte de nosotros, ya derramaste sangre, creyente.
-Necesito que me expliques muchas cosas, así como tendré que explicar estos tatuajes a Alice...
-Sí, lo sé. A ver, empecemos con esto: Lo que viviste anoche fue el ritual inicial. Ahora estás comprometido con un culto. Aquellos seres, eran almas y espíritus, algunos buenos, otros malos, algunos humanos, otros no. Ninguno estaba realmente vivo. Incluso demonios estuvieron allí: los de gran tamaño que mezclaban diversas características de animales. Estaban celebrando tu llegada.Veías todo rojo, porque recibiste tus Ojos, lo cual fue precisamente lo que te permitió ver a las entidades en su verdadera forma. Este regalo lo recibiste con la llegada de tu espíritu acompañante, tu Hüter. Estás ligado a él, atado.
-¿Un ángel guardián?- preguntó él.
-Al contrario, un ángel guardián te cuida de sufrir males. También debes saber que los Hüters son por regla general extremadamente inteligentes. Y que este espíritu te cuidará de que escapes de tu oscuro destino.
-¿La muerte?
-Más que eso-explicó ella-. Lo desconocido. No sabemos exactamente que pasará con tu alma tras cruzar el umbral.
-¿Cielo? ¿Infierno?
-Eso está destinado sólo para almas de este mundo. Nosotros pertenecemos a otro. O eso nos gusta creer. Los pocos que han vuelto se niegan a hablar del otro lado.
-¿Han vuelto después de la muerte?- se asombró el joven.
-Claro. Los convocan. Pero deben volver al poco tiempo.
-¿Y qué paso con mi... cómo es que llaman al espíritu?
-Hüter. Está aquí, con nosotros. Casi siempre te seguirá. Si así lo quieren, podrás verlos si usas los Ojos, esa mirada con ojos de color rojo. La tonalidad se debe al culto al que perteneces.
-¿Cómo hago eso?
-Desea hacerlo, pero deséalo con el corazón.
El joven hizo un esfuerzo, pero no notó diferencia alguna.
-Piensa que en verdad quieres, porque deseas ver a tu compañero. No es tan dificil.
Y así lo hizo. Tras concentrarse unos segundos, sintió que sus ojos lloraban. Su derredor se teñía de rojo completamente. Y allí estaba de nuevo: el gran león sentado junto a la cama, viéndole a los ojos. A su lado estaba un ave semejante a un cuervo, pero aún más grande que el primer Hüter. Ambas criaturas le veían inexpresivamente.
-¡Ya puedo verlo! ¿Puedo tocarlo?
-Ellos deciden si dejarse ver a simple vista o no. Si no lo permiten, entonces usa tus Ojos y podrás tener contacto con cualquier espíritu, demonio o criatura semejante. Esa mirada te otorga una condición más que humana: puedes aumentar al máximo tu fuerza, agilidad, reflejos, velocidad, e incluso la percepción de lo paranormal, como el sexto sentido y esas cosas. Lo único malo es que usar su capacidad máxima de una sola vez hará que mueras desangrado en minutos, aunque hacerlo es casi imposible para un humano. Digamos que es una habilidad que le robamos a los demonios. Bueno, puedes hablarle a tu Hüter si quieres, averigua si él puede hablar también. Y no le temas, siempre que no los obliguen a mojarse son amigables con sus compañeros, incluso serviciales a veces.
-¿Qué pasa si se mojan?
-Bueno algunos se vuelven completamente locos, aunque podrían reaccionar de muchas formas. Confórmate con saber que es algo que probablemente no querrías ver, y recuerda que ellos odian el agua.
El joven se mostró entendido, luego se levantó y se acercó al león, que le observaba fijamente a los ojos. Entonces se dio cuenta de que era no sólo grande, sino soberbio y probablemente perezoso. Aún así había cierto aire de nobleza en sus ojos.
-Hola-saludó el humano-. Mi nombre es Jhon McSerius.
-Ya lo sé- respondió fríamente el animal, con una voz grave y fuerte-. Cuando te atravesó la cabra, leyó tu vida. Así fue como me eligió a mi para ser tu compañero. Nos seleccionan de acuerdo a nuestras habilidades, necesidades y la causa principal por la que te uniste a tu culto.
-Bien. ¿Y en qué me puedes ayudar?
-Existen dos tipos de Hüters- respondió la dama-. Los de alma humana y los de alma de demonio. Los primeros simplemente son guías y maestros, algo te enseñan para que logres tus misiones. Un ejemplo de ello es el compañero del joven Eduardo Gutiérrez. Rara vez se deja ver, pero le enseñó a pelear. El segundo tipo es aquel que simplemente le interesa luchar y causar problemas, ya sea por el bien del compañero o por el mal ajeno. Depende de su personalidad. Lucy es de este tipo. Aunque estos demonios normalmente te incitan a meterte en dichos problemas, Lucy se dedica a proteger y aconsejar a mi amigo ante todo, olvidando a veces su naturaleza de guerrera.
-Entiendo- dijo el hombre-. León, ¿qué tipo de alma tienes?
-Mi nombre es Lowe, y soy un demonio. Provengo de lo que ustedes llaman "infierno". Y me da igual lo que desees. No colaboraré contigo sólo porque me lo pidas.
-¿Eres terco, no?- preguntó la anciana.
-Silencio, mujer- acalló el animal secamente.
-Amigable también- se burló Jhon irónicamente.
El ave miró al león, señalándole que tuviera cuidado.
-Atrévete a moverte y te desplumo, pollo inútil.
-¿Te crees poderoso pequeño gatito?- le amenazó el cuervo, enseñándole su gran envergadura.
-¡Por favor! No eres más que una rata con alas. Además, ya estás viejo.
-¡Silencio, cachorro!
Ambos se observaron iracundos. Los adultos les observaban, boquiabiertos, pues todo había sido muy rápido. Se levantaron e intentaron apaciguarlos, pero las bestias alejaron a ambos con sus feroces rugidos y sus amenazantes ojos. Una fuerte corriente de aire los arrojó contra la pared que tenían detrás, como a todos los objetos de la habitación. Con sus ojos ardiendo en llamas, los Hüters estaban a punto de perder el control...
BlackJASZ
=O!!!!!!!! oh margot este capitulo volvio a hacer que la emocion acelerara mi corazon mientras lo leia! <3 exelente!, me pregunto que referencias historicas usaras para esta historia, o todo viene de tu imaginacion?... esas palabras raras son en aleman verdad? es lo unico que se me ocurre jaja. Creo que este capitulo tiene referencias a uno anterior que he leido, supongo que dentro de un tiempo me tocara leer la historia desde un principio para recordar todo de nuevo ^^ fino fino, ya espero el proximo! habra sangre? =O ame los dialogos de los Huters!
ResponderEliminarKsi todo s d mi imaginacion! solo saque 1 referencia historica, pro la amolde a mi stilo jajaja y si es aleman! JAJAJA y t recomiendo q si leas todo d nuevo si pueds, pq siempre dejo cabos sueltos x ahi y ls ato mas adelant, cuando ya a la gent se le sta olvidando :P:P:P miles y miles d gracias x leer y comentar! tus coments siempre m llenan cmo scritor y se aprecian muchisimo!
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