NO SABEMOS LO QUE TENEMOS
BIODIVERSIDAD DE LOS LLANOS VENEZOLANOS
Izq: Jaguar, Der: Garza Blanca.
Una
ecorregión es un área de gran tamaño que puede ser de agua o de tierra y que
contiene a un conjunto de comunidades naturales que comparten la mayoría de sus
especies y guardan semejanzas ecológicas. Los Llanos venezolanos son
considerados como una ecorregión de gran importancia a nivel mundial, en la que
se llevan a cabo proyectos de conservación que ayudan a garantizar que su
biodiversidad se conserve y siga siendo considerado como una ecorregión
prioritaria en el mundo.
Es
gracias a las condiciones ambientales de la mencionada ecorregión que se tiene una
alta biodiversidad en toda su extensión, que está constituida por una alta variedad
de sabanas y bosques. La temperatura media anual se encuentra entre los 26 y 28
°C (con una fuerte variación diaria de hasta 10 °C), mientras que el suministro
de agua a las especies es garantizada
por los muchos ríos que tienen Los Llanos y la alta precipitación que tiene
lugar en el período de lluvia anual (se trata de una ecorregión biestacional:
época de lluvia y época de sequías).
Esta
amplia ecorregión contiene diversas especies en su fauna, destacándose el
cachicamo sabanero, la danta, el chigüire, la tonina, el jaguar, el alcaraván,
la garza blanca, el morrocoy y la baba, entre otros. A su vez, la flora de Los
Llanos se ve marcada principalmente por helechos, dicotiledóneas y
monocotiledóneas. La fauna de Los Llanos contiene el 47% de los mamíferos de
Venezuela mientras que la flora abarca el 22.3% de la total nacional. Sin
embargo no se encuentran especies endémicas de fauna, aunque sí de flora.
Arriba Izq: Cachicamo sabanero, Arriba Der: Tonina
Abajo Izq: Chuigüire, Abajo Der: Helechos
Abajo Izq: Chuigüire, Abajo Der: Helechos
Mas
la biodiversidad de Los Llanos está en peligro, se encuentra amenazada. Los
principales factores causantes de ello son la expansión urbana, la cacería, los
incendios y el comercio ilegal, entre otros. La pobreza local y la falta de
proyectos y alternativas viables aumentan el impacto sobre la biodiversidad de
Los Llanos.
Gracias a este proceso se estableció la necesidad de fortalecer las instituciones encargadas de la aplicación del marco legal ambiental venezolano, así como tomar medidas de monitoreo y vigilancia. De la misma manera, se resalta la importancia de realizar programas de educación y capacitación ambiental para formar a los habitantes de las zonas rurales, incluidas las comunidades indígenas. Todo esto, con el fin de mantener y fortalecer la biodiversidad en las áreas naturales existentes actualmente y a futuro, e incluso también en áreas privadas cuyos propietarios colaboren con la causa ambiental.
Las áreas naturales protegidas tienen como objetivo principal la de conservar la biodiversidad existente. En el caso de los refugios de fauna silvestre, esto ocurre de una forma más puntual buscando la protección y conservación de determinadas especies. Existen también las reservas, en las cuales se llevan a cabo programas experimentales y las actividades en ella son reguladas. Actualmente, FUDENA trabaja conjuntamente con otras fundaciones y con el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales, para generar un Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso (PORU), ya que existen áreas cuya protección y posibilidades de conservación se ven limitadas por carecer de éste, como por ejemplo los Esteros de Camaguán.
Por su parte, las áreas privadas aun no son oficialmente alternativas para la conservación. Sin embargo, con el apoyo de FUDENA y la colaboración de muchos propietarios llaneros preocupados por la protección, mantenimiento y restauración del ambiente natural, se han logrado grandes avances como fue la creación de la Red Venezolana de Áreas Privadas para la Conservación de la Naturaleza (APRINATURA), a través de la cual se han llevado a cabo actividades de rehabilitación, investigación, conservación y educación ambiental con las comunidades vecinas.
Finalmente
es necesario señalar que la educación ambiental ha avanzado, pero aún hay mucho
camino que recorrer. Se debe incentivar la participación de las autoridades y
de El Estado en la conservación de las ecorregiones, así como alimentar los
procedimientos de capacitación y actualización que buscan sensibilizar a la
gente sobre el uso de los recursos. Por último se deben desarrollar más y
mejores proyectos sustentables, viables y amigables con la biodiversidad, tanto
de Los Llanos venezolanos como del resto del mundo.
Fuente
consultada: D. B. Ruiz, Ecosistemas, 13, 2, págs. 124-129 (2004).
BlackJASZ
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