Escritos Libres - No. 3: Frío en Mi Habitación

A veces abro los ojos
y surgen las mismas preguntas,

las mismas de siempre,
y es que tengo las dudas:

"¿dónde estoy, dónde vivo?
¿Y porqué hace tanto frío?"

Sin premuras,
sin angustias,
no como el dolor con censura,
es un mal en ascenso,
con lento progreso,
pero es a la vez
mi seguro descenso.

Un vacío por dentro,
un hueco en el pecho,
pluma sin tintero,
sangre sin fuego:
mis deseos sinceros
son sólo sueños.

En esta oscura habitación
ventanas y puertas permanecen cerradas
para evitar lo inevitable:
librarme de entretelas laceradas.

Y así como no hay tormentas en silencio,
ni latidos sin su eco,
el frío penetra mi cuerpo,
bañado en lóbrego desprecio.

Despierto aquí, a medianoche,
sin saber dónde me encuentro,
y te veo junto a mí,
descansando en este lecho.
Tú, que a tí me he limitado,
dime: ¿a dónde he llegado?

Me doy cuenta finalmente,
de todo lo que me trajo quererte:
Es tristeza el legado
que tus palabras vacuas han dejado.

Legado de abandono,
legado de pecado,
legado de omisión,
legado que vino acompañado,
acompañado sólo por dudas,
crudas preguntas que perduran:

¿Dónde estoy, dónde vivo?
¿Y de dónde viene este frío?

En medio de esta noche sin velas,
las respuestas finalmente llegan,

en otra frase tuya,

una de esas que me dedicas,
que en esta temperatura,
pienso que es sólo otra mentira
adornada con soltura:

"Cariño, ¿qué sientes por mí?", te pregunto.
Me respondes que me llevas en tu pecho,
que me amas con desmesurada pasión.

Eso explica el frío, explica el dolor:
es que al parecer,
yo vivo en tu corazón.

"Viviendo en tu Corazón"

BlackJASZ